Meraz profundiza en un proceso de exploración y experimentación que desafía los límites de la representación tradicional. Mediante la descomposición de la figura y la resignificación de elementos, la obra se aleja de lo convencional y abre paso a nuevas posibilidades estéticas.

Las composiciones fragmentadas y los elementos reconfigurados invitan al espectador a descubrir múltiples narrativas, desvelando una dimensión en la que lo conocido se reinventa y lo nuevo cobra vida. A través de esta búsqueda de nuevos caminos, el artista redefine su lenguaje visual, proponiendo un diálogo entre la forma y el significado que trasciende lo evidente y nos sumerge en un universo de posibilidades imaginativas.