Gabriela trabaja desde un eje principal que consiste primero en cuestionar mi propio entorno y experiencias de vida; hechos que la han inclinado a repasar la historia y el comportamiento de la sociedad actual. A partir de de este juego de realidades, se va construyendo el cuerpo conceptual y matérico de su creación artística. Busca que el arte sea un vehículo de meditación, un revulsivo que invite, confronte, incida, suscite u orille al espectador a reflexionar sobre otras realidades, más allá de la experiencia estética.