Su trabajo comprende, desde la disciplina del dibujo, el estudio, registro y recomposición de formas fragmentadas. Entiende el acto de dibujar como una práctica de rompimiento y articulación constante del plano de trabajo que puede vincularse a los procesos por los que, a su vez, han pasado las cosas rotas. Desde esta relación, revalora al quiebre como elemento conformador de nuevas totalidades – únicas, detalladas e irrepetibles – en un mismo lugar: un dibujo