Irvin utiliza escarabajos peloteros (Canthon c. Cyanellus), originarios del Norte de Brasil y centro América, como una evocación a la metamorfosis del cambio y jugando con una idea alquimica pues regularmente estos escarabajos se alimentan de cadáveres de otros animales, volviendo así el desecho en alimento como parte del ciclo natural. De manera visual se utiliza el color dorado como referencia al metal preciado desde culturas humanas anteriores y jugando del mismo modo con el desecho-alimento, muerte-vida y evocación al cambio y al ciclo continuo