Inspirado por las esculturas lapidarias que con el paso de los años siguen en pie y van adquiriendo esa característica pátina que les da el paso del tiempo tornándose bellamente lúgubres. Una mujer que mantiene fija una asana, posición de yoga que proyecta una actitud estoica, inamovible y de paz que buscan las religiones orientales a partir de la meditación.

El jaguar, icónico en la cosmogonía prehispánica, hoy cazador cazado, (porta una máscara de Xipetotec dios de la nueva piel) representa a este mundo que transmuta. En un mundo vigilado al extremo, la transmutación ser visibilizada, mediatizada y vigilada; con la misma inmediatez que se evidencia el colapso. Vigilar y castigar, en una sociedad que transita y muda sus múltiples pieles, y sus complejas realidades, estructuras de piedra arcaica que se postran tendidas y derrotadas.

El jaguar, icónico en la cosmogonía prehispánica, hoy cazador cazado, (porta una máscara de Xipetotec dios de la nueva piel) representa a este mundo que transmuta. En un mundo vigilado al extremo, la transmutación será visibilizada, mediatizada y vigilada; con la misma inmediatez que se evidencia el colapso. Vigilar y castigar, en una sociedad que transita y muda sus múltiples pieles, y sus complejas realidades, estructuras de piedra arcaica que se postran tendidas y derrotadas.

Instalación donde la artista utiliza el lenguaje textil (crochet y costura) para materializar organismos amorosos. Un corredor siendo paulatinamente “invadido” por pequeños organismos de forma blanda, colorida y suave. Cuerpos que ocupan paredes como si abrazaran y dialogaran con el espacio.

Instalación donde la artista utiliza el lenguaje textil (crochet y costura) para materializar organismos amorosos. Un corredor siendo paulatinamente “invadido” por pequeños organismos de forma blanda, colorida y suave. Cuerpos que ocupan paredes como si abrazaran y dialogaran con el espacio.

Instalación donde la artista utiliza el lenguaje textil (crochet y costura) para materializar organismos amorosos. Un corredor siendo paulatinamente “invadido” por pequeños organismos de forma blanda, colorida y suave. Cuerpos que ocupan paredes como si abrazaran y dialogaran con el espacio.

Instalada en uno de los pasillos de Residencia Condos, el proyecto nos hace partícipes y testigos del crecimiento de una serie de bambús, una de las plantas que crece a mayor velocidad en el planeta Tierra. El artista nos ubica frente a la posibilidad del estallito de alguna de las pelotas a causa de este crecimiento Una pieza que remite a la paciencia y la serendipia, la casualidad de estar presentes en el lugar y momento exacto de la acción y presenciar el “estruendo”.

Instalación que a través de trabajo textil y ensamblaje recrea la magnificencia, colores y belleza de los arrecifes de la zona. Una pieza que hace explícita la intervención humana hacia paisajes naturales, la invasión y la necesidad del cuidado marino en un espacio que nos remite a una pecera de dimensiones humanas.